3 etapas del empresario en el covid-19

Prepárate para la 3ª etapa de desescalada

Después de dos meses y medio de anormalidad en nuestras vidas, el ir cambiando y avanzando en las diferentes fases de desescalada, nos hace ilusionarnos con salir de esta situación.

Muchos anuncian que «volveremos a la normalidad», pero creo que todos somos cada vez más conscientes que después de lo que hemos vivido y lo que estamos viviendo…

nada volverá a ser normal.

Si esta situación la trasladamos a la empresa y a las preocupaciones del empresario, sobretodo al pequeño empresario, cada vez somos más conscientes de que nuestro día a día lo tenemos que plantear en términos de sencillez. Hemos de avanzar en nuestra estrategia poco a poco y paso a paso; sin marcarnos grandes hitos ni objetivos. Es decir, marcándonos objetivos a corto plazo y acciones que se puedan desarrollar en poco tiempo y de forma rápida.

Porque hasta ahora, esto es lo que hemos aprendido

En sólo dos meses y medio…

Desde que empezó esta crisis del Covid-19 tanto la población como en particular el empresario ha pasado por diferentes etapas en su estado de ánimo y por lo tanto en su forma de actuar y proceder en cada una de ellas. Concretamente podríamos distinguirlas en 3 fases.

  1. La del quédate en casa. 

Fue la paralización, la etapa del desconcierto, la de estar a la expectativa para ver qué pasaba durante esos 15 días que en un principio nos habían augurado.

En esta etapa el empresario puede que bajara la guardia. Teletrabajaba desde casa, pero en realidad se preparaba para analizar la situación y escuchar de forma activa de todo aquello que pasaba a su alrededor.

En esta etapa muchas marcas empatizaron con la situación y fueron los momentos de mensajes de ánimo,  de apoyo conjunto, de sosiego y respeto con la consigna establecida: no salgas, quédate en casa.

        2. La del Resistiré 

Con el paso de los días, el empresario empiezó a sentirse inquieto. Empezábamos a intuir que la situación iba para largo.

La experiencia del empresario y su intuición le decía que debía empezar a moverse. Así que empieza a existir un cierto nerviosismo e incertidumbre, ¿porque ante la situación, qué hacer exactamente? ¿qué ofrecer al cliente? Fue el momento de imaginar y reinvertarse.

En esta etapa muchos empresarios empezaron a tomar la iniciativa. Trabajó sus redes sociales de otra forma, tomó su blog con mayor precaución y le dio más protagonismo. Incluso se planteó la posibilidad de hacer publicidad para hacer visible el nuevo servicio que ha ideado. Porque Tiene que comunicar!

Fue el momento de pasar a la acción, a pesar de que intuíamos que la situación no volvería a la normalidad.

Es el momento de salir pero con cabeza, con estrategia, con una ruta bien diseñada y sabiendo a dónde llegar.

Para aquel empresario que ha creído conveniente crear una plataforma o una simple landing page on line donde vender su stock, lo importante es tener una hoja de ruta bien diseñada, sino no venderá nada.

Otros han creído que lo único que podían hacer en esa etapa es usar sus redes sociales y su entorno digital para continuar haciéndose visible, para continuar llegando a su cliente, continuar comunicándole y continuar ofreciéndole lo que le pide. Y lo hace con mimo y cuidado.

Es una etapa en la que todavía hoy estamos. Sí, creo que justo estamos al final de esta segunda etapa; saliendo y desescalando.

En esta etapa sabemos que la comunicación es importante para poder vender. Y que plantear la estrategia de venta tiene que ser un poco diferente. El empresario debe y tiene que continuar estando presente en los medios, en los diferentes canales.

Es un periodo de comunicación con estrategia. Con la finalidad de estar presente en la mente de su cliente y vender.

      3. Desconfinamiento y adaptación

Es la última etapa. Y el empresario se está preparando para ello. Debemos estar pendientes de cómo el cliente se enfrentará a las marcas. Cómo se va a comportar en su procedimiento de compra y cómo va a decidir esa compra.

Si estos días hemos aprendido algo, es que el cliente ha perdido definitivamente el miedo al entorno digital.

Ya no sólo son los jóvenes los que están habituados a la compra on line, sino también los mayores. Porque en este periodo de COVID-19 ya lo han hecho; muchos mayores ya han comprado a través de internet.

Ya no sólo son los jóvenes o los habituados a la tecnología los que buscan información sobre un producto para decidir qué comprar. Todos ya lo están haciendo, ya sea buscando en Google, en las redes sociales o en foros.

Por tanto, ante esta situación, el empresario es consciente de que necesita tener:

  • Un marketing sólido, con una estrategia bien fundamentada que le permita posicionarse fuerte ante su mercado
  • Ser ávido y flexible para adaptar su servicio y su producto a lo que demande su cliente una vez vuelva a sus rutinas.
  • Planificar adecuadamente las diversas etapas de la recuperación del mercado, porque la salida tendrá un proceso gradual.

El empresario es consciente de que la realidad que nos tocará vivir, una vez se acabe el confinamiento y la crisis sanitaria, no será la misma.

Y hace falta estar preparado. Ahora es el momento de trabajar tu estrategia para adaptar el servicio que tenías a lo que ahora te pide el mercado, para estar fuerte.

Porque la clave es la estrategia, la adaptación y la comunicación.

  • ¿Tú ya tienes prevista esta adaptación?,
  • ¿Has adaptado tu servicio o producto en una plataforma para vender? ¿has decidido qué producto te servirá de gancho para vender?
  • ¿Estas hablando en las redes sociales y en el entorno social media?

Contacta con nosotros y nuestro equipo te atenderá para ayudarte

 

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